lunes, abril 10, 2006

El despertar


El derroche de energía dejó paso al mas absoluto de los silencios.
Tan solo los latidos acompasados de dos corazones resonaban como cajitas de música en aquella inmensidad...
Al alba los tres duendes del despertar hicieron gala de su gentileza.
El primero de ellos, cubrió de cristales de mar púrpura, la tienda que les dio cobijo durante la noche, pues según cuenta la leyenda, son estos, augurio de fertilidad.
El segundo ofreció al Hada miles de Añañucas recién cogidas del desierto peruano, símbolo del amor y la constancia.
El tercero prendió una llama apenas perceptible, a lo que ella preguntó
- Dime diminuto ser de los cuentos, ¿de qué sirve un fuego que no calienta y que apenas ilumina?
- El pequeño duende haciendo gala de una generosa sonrisa miró fijamente a los oscuros ojos del hada y respondió
- Dime tú, precioso y enamorado ser, ¿para qué es necesaria la luz y el calor en el desierto durante el día?. La noche os volverá hacer compañía tantas veces como dure esta llama, por ello no dejeis que esta insignificante luz que ahora ni tan siquiera calienta se apague.
- Dicho esto el Mago asintió con la cabeza y los tres duendes desaparecieron diluyendose entre las arenas del desierto...

4 Comments:

Blogger Enigmática said...

Y en el desierto apareció la luz, cual rayo azul de viento, la hadas sonrieron y los tres pequeños duendes me concedieron 3 deseos.

Un abracito.

10:37 p. m.  
Blogger Noa- said...

De momento el mago se hizo visible por la magia de la hada... :-)

Besos

9:33 a. m.  
Blogger BlueShell said...

belíssima história. Gostei muito. besos de Portugal...
BlueShell

3:20 p. m.  
Blogger Noa- said...

Quizás el mago nunca necesito de la magia de la hada... solo era cuestión de tiempo...

Mas besos

9:10 p. m.  

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