LIBANO, cualquier madrugada

Cualquier mañana después de la última noche ella se levantó con idea de despertar a sus niños.
Siempre se le hacía tarde, siempre había una excusa para esos diez minutos mas entre sábanas.
De pronto un ruido ensordecedor enmudeció el resto de los reproches, era como si un inmenso rugido de dragón hubiese entrado por la puerta e impidiera siquiera transpirar el aliento
Segundos mas tarde todo se llena de polvo, búsqueda incesante de niños, algún resquicio de vida en la desordenada polvareda reciente. Nadie contesta, los niños no se vislumbran, los ecos no se pronuncian,... papá no aparece por ningun rincón ....
Cuando el clima se hace visible, tan solo el cuerpo inmóvil de la abuela tirada encima de la alfombra presagia el peor de los presentimientos. Su estática e incongruente posición, descoyuntada, ensangrentada, inerte.... todo hace presagiar lo peor.
Los niños!!!!!!!!!, por el amor de dios, los niños , donde estan?.....
SSSSSSSSSSSiiiiiiiiiiiiilllllllllllllllleeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnnccccccccccccciiiiiiiiiiiiooooooooooooo
El más cruel de los silencios predice el caos.
Mientras tanto ella.... tan solo puede llorar y contemplar aquella escena dantesca, donde polvo sangre y lágrimas se confunden en la mañana fin de clases, fin de cariño, fin de finales...
Cualquier ataque, cualquier hogar, cualquier madre desesperada despues de haber perdido lo que mas quiere.
NO A LA GUERRA